Abadía Mont Saint-Michel: todo lo que hay que saber

En el siglo VIII, Aubert, obispo de Avranches una ciudad cercana en la cima de una colina, tuvo una visión del Arcángel Miguel. Para honrar al arcángel, erigió una pequeña capilla en la isla de Mont Saint Michel. En el año 966, los monjes benedictinos se instalaron allí. La abadía benedictina de Mont Saint Michel floreció y se convirtió en un centro de actividad religiosa y cultural. Un gran número de peregrinos, incluidos los reyes de Francia e Inglaterra, la visitaron durante siglos. Como centro de la cultura medieval, Mont Saint Michel produjo y almacenó manuscritos y floreció hasta convertirse en un importante lugar de peregrinación para los cristianos, desde el siglo VIII hasta el XVIII.

Hacia el siglo XIV, gruesos muros y torres defensivas flanqueaban el monte. Esta fortificación defendió la abadía de Mont Saint Michel de los asedios del ejército británico durante 30 años. Pero en el siglo XVIII, el abad administrador abandonó el monasterio. La abadía perdió su importancia religiosa y militar. La iglesia pasó a ser propiedad del Estado tras la Revolución Francesa en el siglo XVIII y, durante sus años como prisión, el monumento quedó muy deteriorado. En 1874, la abadía fue clasificada como monumento histórico y recuperó su antiguo esplendor tras un largo proceso de restauración.